
EL ESTUDIO PARA EL MIÉRCOLES 29 DE ABRIL, 2015.
2 SAMUEL 16
David continúa cosechando la triste siembra de sus pecados;
véase 2 Samuel 12.10–12 .
Una cosa es que Dios en su gracia perdone nuestros pecados cuando los confesamos y nos apartamos, y otra cosa es que no violará su santidad interfiriendo los trágicos resultados de nuestros pecados. No se trata de un castigo de Dios, sino el resultado de nuestras decisiones.
¿Dónde queda la gracia? En el perdón que nos otorga el Señor y la convicción de arrepentimiento, pero debemos enfrentar con gallardía las consecuencias de nuestro pasado.
El cap. 15 trata de la rebelión del príncipe Absalón.
Los capítulos 13–14 nos describen la historia completa. Tamar, la hermosa hermana de Absalón, fue violada por su medio hermano Amnón, quien era el hijo mayor de David ( 3.2 ). David cometió adulterio con Betsabé; ¡ahora la violación invadió su casa! Absalón tuvo un propósito doble en mente cuando descubrió lo que Amnón había hecho; quería vengar a Tamar matando a Amnón, pero al mismo tiempo eliminaría al obvio heredero del trono. Parece que David no tenía influencia disciplinaria sobre su familia.
En 13.21 leemos de la cólera de David, pero no leemos nada de sus acciones para corregir las cuestiones. Tal vez el recuerdo de sus pecados le contuvieron. Absalón tomó el asunto en sus manos y mató a Amnón; luego huyó a territorio gentil para esconderse de los parientes de su madre. En el capítulo 14 Joab intercede por Absalón y engañó a David para que hiciera que su hijo descarriado volviera a casa.
Absalón no desperdició ni un momento para reunir un grupo leal de seguidores. En público criticaba la administración de su padre y en secreto se robaba el corazón del pueblo.
Después de un tiempo Absalón halló que su movimiento era lo suficiente fuerte como para arriesgarse a una revuelta abierta. No es extraño que Ahitofel, el consejero de David, se puso al lado de los rebeldes, porque Betsabé, la mujer que David había tomado en adulterio y asesinando a su marido Urías, era su nieta.
Parecía como que Absalón tendría éxito y le arrebataría la corona a su padre.
Mientras que David reinaba en poder, sus enemigos reales no se atrevían a oponérsele, pero la revuelta de Absalón les dio lo que parecía ser una maravillosa oportunidad para resistir al rey y salirse con la suya. Fue un tiempo de cribar lo verdadero de lo falso.
Los amigos de David.
Salir de Jerusalén fue un movimiento sabio de David, porque no se hubiera necesitado mucha fuerza para apresarlo en su palacio. ALGO MUY IMORTANTE DE SEÑALAR es que los gentiles de su ejército, dirigidos por Itai geteo, fueron leales a su rey. Es indudable que estos hombres estuvieron con David durante sus años de exilio.
Los dos sacerdotes, Sadoc y Abiatar, también empezaron a seguir a su rey, pero David los envió de nuevo a la ciudad. Esto en sí fue un paso de fe, porque David confiaba en que Dios le daría la victoria y le devolvería el trono. David no cometió la misma falta de los hijos de Elí cuando precipitadamente llevaron el arca a la batalla ( 1 S 4–5 ); David envió a los sacerdotes y el arca de regreso a Jerusalén. Por supuesto, los sacerdotes podían espiar a su favor y enviar a sus hijos con la información. Husai también fue enviado de regreso a la ciudad para fingir que era aliado de Absalón; su consejo alteraría el de Ahitofel.
La composición de los Salmos 3 y 4 fue durante esta rebelión y en ellos vemos dónde David tenía puesta su fe.
Los enemigos de David (cap. 16).
2 Samuel 16
1 Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre del monte, he aquí Siba el criado de Mefi-boset, que salía a recibirle con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, cien racimos de pasas, cien panes de higos secos, y un cuero de vino.
2 Y dijo el rey a Siba: ¿Qué es esto? Y Siba respondió: Los asnos son para que monte la familia del rey, los panes y las pasas para que coman los criados, y el vino para que beban los que se cansen en el desierto.
3 Y dijo el rey: ¿Dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.
4 Entonces el rey dijo a Siba: He aquí, sea tuyo todo lo que tiene Mefi-boset. Y respondió Siba inclinándose: Rey señor mío, halle yo gracia delante de ti.
Los tiempos de rebelión son tiempos de revelación; nos permiten por fin ver realmente lo que la gente realmente cree y dónde están.
Siba le mintió a David respecto a Mefi-boset (véase 19.24–30 ) y David se precipitó a dictar juicio.
2 S 19.24-30
24También Mefi-boset hijo de Saúl descendió a recibir al rey; no había lavado sus pies, ni había cortado su barba, ni tampoco había lavado sus vestidos, desde el día en que el rey salió hasta el día en que volvió en paz. 25Y luego que vino él a Jerusalén a recibir al rey, el rey le dijo: Mefi-boset, ¿por qué no fuiste conmigo? 26Y él respondió: Rey señor mío, mi siervo me engañó; pues tu siervo había dicho: Enalbárdame un asno, y montaré en él, e iré al rey; porque tu siervo es cojo. 27Pero él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey; mas mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz, pues, lo que bien te parezca. 28Porque toda la casa de mi padre era digna de muerte delante de mi señor el rey, y tú pusiste a tu siervo entre los convidados a tu mesa. ¿Qué derecho, pues, tengo aún para clamar más al rey? 29Y el rey le dijo: ¿Para qué más palabras? Yo he determinado que tú y Siba os dividáis las tierras. 30Y Mefi-boset dijo al rey: Deja que él las tome todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.
Continuemos con 2 Samuel 16:
5 Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei hijo de Gera; y salía maldiciendo,
6 y arrojando piedras contra David, y contra todos los siervos del rey David; y todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda.
7 Y decía Simei, maldiciéndole: !!Fuera, fuera, hombre sanguinario y perverso!
8 Jehová te ha dado el pago de toda la sangre de la casa de Saúl, en lugar del cual tú has reinado, y Jehová ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón; y hete aquí sorprendido en tu maldad, porque eres hombre sanguinario.
9 Entonces Abisai hijo de Sarvia dijo al rey: ¿Por qué maldice este perro muerto a mi señor el rey? Te ruego que me dejes pasar, y le quitaré la cabeza.
10 Y el rey respondió: ¿Qué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia? Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David. ¿Quién, pues, le dirá: ¿Por qué lo haces así?
11 Y dijo David a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida; ¿cuánto más ahora un hijo de Benjamín? Dejadle que maldiga, pues Jehová se lo ha dicho.
Simei era pariente de la familia de Saúl y sin ocultarse mostró su odio hacia David. La paciencia de David bajo este juicio fue maravillosa; sabía que el Señor le vengaría en su tiempo apropiado. Abisai quería cortarle la cabeza al hombre (véanse Lc 9.54 y 1 P 2.23 ), pero David lo detuvo.
12 Quizá mirará Jehová mi aflicción, y me dará Jehová bien por sus maldiciones de hoy.
13 Y mientras David y los suyos iban por el camino, Simei iba por el lado del monte delante de él, andando y maldiciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo.
14 Y el rey y todo el pueblo que con él estaba, llegaron fatigados, y descansaron allí.
15 Y Absalón y toda la gente suya, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén, y con él Ahitofel.
16 Aconteció luego, que cuando Husai arquita, amigo de David, vino al encuentro de Absalón, dijo Husai: !!Viva el rey, viva el rey!
17 Y Absalón dijo a Husai: ¿Es este tu agradecimiento para con tu amigo? ¿Por qué no fuiste con tu amigo?
18 Y Husai respondió a Absalón: No, sino que de aquel que eligiere Jehová y este pueblo y todos los varones de Israel, de aquél seré yo, y con él me quedaré.
19 ¿Y a quién había yo de servir? ¿No es a su hijo? Como he servido delante de tu padre, así seré delante de ti.
20 Entonces dijo Absalón a Ahitofel: Dad vuestro consejo sobre lo que debemos hacer.
21 Y Ahitofel dijo a Absalón: Llégate a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar la casa; y todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre, y así se fortalecerán las manos de todos los que están contigo.
22 Entonces pusieron para Absalón una tienda sobre el terrado, y se llegó Absalón a las concubinas de su padre, ante los ojos de todo Israel.
23 Y el consejo que daba Ahitofel en aquellos días, era como si se consultase la palabra de Dios. Así era todo consejo de Ahitofel, tanto con David como con Absalón.
David cayó en desgracia no sólo en el desierto, sino también en su palacio. Porque Ahitofel aconsejó a Absalón que tomara para sí las concubinas de su padre y así rompiera abiertamente con su padre. Esto fue un cumplimiento de la profecía de 12.11–12 .
Hoy los hombres menosprecian y rechazan a nuestro Señor, así como David lo fue durante la rebelión. Requiere valor de hombres y mujeres permanecer leales al Rey en la actualidad, pero podemos estar seguros de que Dios recompensará tal lealtad cuando Jesús vuelva.