
1 REYES 7
1 REYES 7
Los capítulos 5-8 señalan el cumplimiento de la promesa de Dios de que Salomón construiría un templo para la gloria de Dios (2 S 7.12–16 ). Por supuesto que ésta fue una gigantesca empresa para un rey tan joven, pero el Señor se lo garantizó y Salomón confió en el Señor (6.11–14 ).
El capítulo 5 trata de LA PREPARACIÓN. David fue el hombre que empezó el proyecto. Dios lo aprobó, pero dejó en claro que Salomón realizaría la obra en sí. David preparó los planos ( 1 Cr 28.11–21 ) y los costosos materiales ( 1 Cr 22.5 , 14–16 ). Animó a su hijo a la tarea y le aseguró que Dios fielmente le ayudaría ( 1 Cr 28.1–21 ).
Hiram, el rey gentil de Tiro, acordó suplir la madera y hombres hábiles para hacer el trabajo.
Israel proveyó la mano de obra por turnos. Los cananitas hicieron el «trabajo pesado como esclavos», 150 mil; en tanto que 30 mil judíos hicieron el resto del trabajo estando 10 mil un mes en el trabajo y luego pasaban dos meses en sus casas.
La construcción del templo representaba los esfuerzos cooperativos de muchas personas, tanto judíos como gentiles. Los materiales que se usaron fueron sólo los mejores: grandes y costosas piedras que durarían, y metales preciosos que daría gloria a la casa.
Respecto a la iglesia Pablo enseña que la edificamos con «oro, plata, piedras preciosas», y no con «madera, heno, hojarasca» ( 1 Co 3.9–23 ). Aun cuando Dios no mora hoy en templos materiales ( Hch 17.24 ), esto no es razón para que el trabajo que hagamos para Él sea barato o de mala calidad.
La construcción (capítulos 6 y 7)
Salomón construyó el templo, la casa del rey y otras estructuras en los atrios. Todo el proyecto se realizó en veinte años.
Las dimensiones del templo eran el doble de las del tabernáculo, de modo que el templo en sí mismo no era una estructura enorme. El templo se hizo de piedra tallada, recubierta de madera y oro, y embellecida con piedras preciosas.
Los edificios de Salomón
1 Después edificó Salomón su propia casa en trece años, y la terminó toda.
2 Asimismo edificó la casa del bosque del Líbano, la cual tenía cien codos de longitud, cincuenta codos de anchura y treinta codos de altura, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas.
3 Y estaba cubierta de tablas de cedro arriba sobre las vigas, que se apoyaban en cuarenta y cinco columnas; cada hilera tenía quince columnas.
4 Y había tres hileras de ventanas, una ventana contra la otra en tres hileras.
5 Todas las puertas y los postes eran cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres hileras.
6 También hizo un pórtico de columnas, que tenía cincuenta codos de largo y treinta codos de ancho; y este pórtico estaba delante de las primeras, con sus columnas y maderos correspondientes.
7 Hizo asimismo el pórtico del trono en que había de juzgar, el pórtico del juicio, y lo cubrió de cedro del suelo al techo.
8 Y la casa en que él moraba, en otro atrio dentro del pórtico, era de obra semejante a ésta. Edificó también Salomón para la hija de Faraón, que había tomado por mujer, una casa de hechura semejante a la del pórtico.
9 Todas aquellas obras fueron de piedras costosas, cortadas y ajustadas con sierras según las medidas, así por dentro como por fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo por fuera hasta el gran atrio.
10 El cimiento era de piedras costosas, piedras grandes, piedras de diez codos y piedras de ocho codos.
11 De allí hacia arriba eran también piedras costosas, labradas conforme a sus medidas, y madera de cedro.
12 Y en el gran atrio alrededor había tres hileras de piedras labradas, y una hilera de vigas de cedro; y así también el atrio interior de la casa de Jehová, y el atrio de la casa.
Salomón emplea a Hiram, de Tiro
13 Y envió el rey Salomón, e hizo venir de Tiro a Hiram,
14 hijo de una viuda de la tribu de Neftalí. Su padre, que trabajaba en bronce, era de Tiro; e Hiram era lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia en toda obra de bronce. Este, pues, vino al rey Salomón, e hizo toda su obra.
15 Y vació dos columnas de bronce; la altura de cada una era de dieciocho codos, y rodeaba a una y otra un hilo de doce codos.
16 Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel también de cinco codos.
17 Había trenzas a manera de red, y unos cordones a manera de cadenas, para los capiteles que se habían de poner sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel.
18 Hizo también dos hileras de granadas alrededor de la red, para cubrir los capiteles que estaban en las cabezas de las columnas con las granadas; y de la misma forma hizo en el otro capitel.
19 Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico, tenían forma de lirios, y eran de cuatro codos.
20 Tenían también los capiteles de las dos columnas, doscientas granadas en dos hileras alrededor en cada capitel, encima de su globo, el cual estaba rodeado por la red.
21 Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando hubo alzado la columna del lado derecho, le puso por nombre Jaquín, y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz.
22 Y puso en las cabezas de las columnas tallado en forma de lirios, y así se acabó la obra de las columnas.
Mobiliario del templo
23 Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos.
24 Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde alrededor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos filas, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido.
25 Y descansaba sobre doce bueyes; tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las ancas de ellos estaban hacia la parte de adentro.
26 El grueso del mar era de un palmo menor, y el borde era labrado como el borde de un cáliz o de flor de lis; y cabían en él dos mil batos.
27 Hizo también diez basas de bronce, siendo la longitud de cada basa de cuatro codos, y la anchura de cuatro codos, y de tres codos la altura.
28 La obra de las basas era esta: tenían unos tableros, los cuales estaban entre molduras;
29 y sobre aquellos tableros que estaban entre las molduras, había figuras de leones, de bueyes y de querubines; y sobre las molduras de la basa, así encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve.
30 Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y en sus cuatro esquinas había repisas de fundición que sobresalían de los festones, para venir a quedar debajo de la fuente.
31 Y la boca de la fuente entraba un codo en el remate que salía para arriba de la basa; y la boca era redonda, de la misma hechura del remate, y éste de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados, no redondos.
32 Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de un codo y medio.
33 Y la forma de las ruedas era como la de las ruedas de un carro; sus ejes, sus rayos, sus cubos y sus cinchos, todo era de fundición.
34 Asimismo las cuatro repisas de las cuatro esquinas de cada basa; y las repisas eran parte de la misma basa.
35 Y en lo alto de la basa había una pieza redonda de medio codo de altura, y encima de la basa sus molduras y tableros, los cuales salían de ella misma.
36 E hizo en las tablas de las molduras, y en los tableros, entalladuras de querubines, de leones y de palmeras, con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos.
37 De esta forma hizo diez basas, fundidas de una misma manera, de una misma medida y de una misma entalladura.
38 Hizo también diez fuentes de bronce; cada fuente contenía cuarenta batos, y cada una era de cuatro codos; y colocó una fuente sobre cada una de las diez basas.
39 Y puso cinco basas a la mano derecha de la casa, y las otras cinco a la mano izquierda; y colocó el mar al lado derecho de la casa, al oriente, hacia el sur.
40 Asimismo hizo Hiram fuentes, y tenazas, y cuencos. Así terminó toda la obra que hizo a Salomón para la casa de Jehová:
41 dos columnas, y los capiteles redondos que estaban en lo alto de las dos columnas; y dos redes que cubrían los dos capiteles redondos que estaban sobre la cabeza de las columnas;
42 cuatrocientas granadas para las dos redes, dos hileras de granadas en cada red, para cubrir los dos capiteles redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas;
43 las diez basas, y las diez fuentes sobre las basas;
44 un mar, con doce bueyes debajo del mar;
45 y calderos, paletas, cuencos, y todos los utensilios que Hiram hizo al rey Salomón, para la casa de Jehová, de bronce bruñido.
46 Todo lo hizo fundir el rey en la llanura del Jordán, en tierra arcillosa, entre Sucot y Saretán.
47 Y no inquirió Salomón el peso del bronce de todos los utensilios, por la gran cantidad de ellos.
48 Entonces hizo Salomón todos los enseres que pertenecían a la casa de Jehová: un altar de oro, y una mesa también de oro, sobre la cual estaban los panes de la proposición;
49 cinco candeleros de oro purísimo a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, frente al lugar santísimo; con las flores, las lámparas y tenazas de oro.
50 Asimismo los cántaros, despabiladeras, tazas, cucharillas e incensarios, de oro purísimo; también de oro los quiciales de las puertas de la casa de adentro, del lugar santísimo, y los de las puertas del templo.
51 Así se terminó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la casa de Jehová. Y metió Salomón lo que David su padre había dedicado, plata, oro y utensilios; y depositó todo en las tesorerías de la casa de Jehová.
Las piedras de construcción se cortaban de antemano en la cantera y se colocaban en silencio en su lugar. Los canteros seguían los planos de Dios, de modo que todo encajaba. Este es un buen ejemplo que deben seguir los obreros cristianos de hoy al ayudar en la construcción del templo del Señor, la Iglesia.
El templo era más grande y más elaborado que el tabernáculo. No era una tienda temporal con pieles como cubierta; más bien era un magnífico edificio de piedra que no podía trasladarse. A diferencia del tabernáculo había ventanas y un piso en el templo. Salomón añadió dos querubines en el Lugar Santísimo y colocó el arca debajo de ellos. En lugar de un polvoriento atrio exterior, el templo tenía un hermoso portal con dos columnas llamadas «Jaquín» («Él establecerá») y «Boaz» (en Él hay fortaleza»). La fuerza y estabilidad pertenecen al Señor y ahora le pertenecerían a su pueblo conforme ellos se establecían en su tierra. En lugar de una pequeña fuente para lavarse, hicieron un gran «mar fundido» (que se apoyaba en doce bueyes. También hicieron diez fuentes de bronce para usarse en toda el área del templo.
El altar de bronce era igual en tamaño al Lugar Santísimo. Había diez candeleros en vez de uno, así como también diez mesas para el pan. Lo cual simboliza la abundancia de la Palabra de Dios.
El NT da muchísimas instrucciones en cuanto al significado del templo (que simboliza la venidera gloria de Cristo en su nuevo ministerio), como la da respecto al tabernáculo (que simboliza su humildad en su ministerio en la tierra.
De igual modo el tabernáculo tipifica nuestra vida peregrina actual, mientras que el templo (edificio permanente) tipifica nuestro reinado glorioso con Cristo cuando Él vuelva. Qué trágico que los judíos confiaron en la presencia de su templo en vez de confiar en las promesas del Señor; porque en menos de quinientos años destruyeron este templo cuando llevaron cautivos a los judíos por sus pecados. En 6.11–13 Dios le recordó a Salomón que lo importante es obedecer su Palabra, no construir un gran templo.