
2 REYES 19
Los caps. 18-20 presentan uno de los más emocionantes períodos de la historia de Judá, el reinado del buen rey Ezequías.
Samaria (Israel) había caído ante Asiria y ahora el enemigo estaba atacando Judá.
Años antes Acaz hizo un pacto con Asiria ( ver 16.7–9 ), pero ahora en el cap. 18 encontramos a Ezequías rey de Judá rebelándose contra ese pacto ( 18.7 , 13–16 ); y esto provocó la invasión de Asiria.
En realidad, los hechos en estos capítulos no aparecen en su orden exacto, porque la enfermedad de Ezequías fue durante el asedio de Asiria (véase 20.6), y la visita de los líderes babilonios después de su recuperación.
Según 18.2 Ezequías reinó 29.
Jehová le dio quince años de vida más después de su recuperación y la invasión ocurrió en el año catorce de su reinado, lo cual significa que su enfermedad y la invasión sucedieron en el mismo período de su vida.
Veamos acerca de 3enemigos a los que Ezequías tuvo que enfrentar y cómo lo hizo.
I. Los invasores asirios (18–19)
A. La reforma de Ezequías (18.1–8).
Este rey de inmediato se dedicó a librar a Judá de idolatría y pecado. Abrió de nuevo y reparó el templo, limpió los escombros que se habían acumulado allí y reestableció los cultos. Se interesó especialmente en los cantores y los sacrificios. También llamó a toda la nación (Israel incluido) a la gran Fiesta de la Pascua. Fue un tiempo de avivamiento, pero desafortunadamente no penetró en el corazón del pueblo. Estos cambios fueron sólo superficiales. Sin embargo, Ezequías demostró que amaba al Señor y Dios le bendijo por su servicio.
B. Rebelión en contra e Asiria (18.9–37).
Por años la nación había pagado tributos a Asiria, pero Ezequías se rebeló y rehusó pagarlos. Esto trajo al ejército asirio a Jerusalén, pero en lugar de acudir a Dios, Ezequías temió al enemigo y se rindió (como lo vemos en vv.13–16) hasta el punto de robar al templo para pagarle a Asiria.
Había en realidad 3 «partidos» en Judá en ese tiempo: uno quería rendirse ante Asiria; otro quería irse a Egipto por ayuda; y un 3er grupo (dirigido por Isaías) llamó a la nación a que confiara en Jehová para su liberación.
El rey de Asiria tomó el dinero y luego se volvió e invadió a Judá de todas maneras. Isaías llamó a este acto «traición» ( Is 33.1–8 ), porque Asiria no cumplió su promesa. 3 de los oficiales asirios hostigaban a los judíos y trataron de socavar la fe y liderazgo de Ezequías. Los versículos 31–32 ilustran el engaño del pecado (leer); les prometió paz y abundancia hasta que fueron llevados en cautiverio.
Estamos en el 3er inciso de los enemigos que enfrentó Ezequías, y cómo los enfrentó. 1) La reforma que inició en el pueblo, 2) Su rebelión en contra del pacto que en el pasado Judá había hecho con Asiria.
Hoy vemos el inciso C. La Petición ante Jehová (Leer: 19.1–19).
Impotente para salvarse a sí mismo, el rey fue al templo a orar. El versículo 2 es la primera mención del profeta Isaías en la Biblia. El profeta envió al rey una respuesta de paz: Dios libraría a Judá y derrotaría a Asiria.
Dificultades con otras naciones obligaron a Asiria a retirar sus fuerzas, pero el Rabsaces envió una carta arrogante a Ezequías para asustarlo a fin de que se rindiera. El rey llevó la carta al templo y «la extendió delante del Señor». Nótese que el versículo 19 enfatiza la gloria de Dios, que es la base real de la oración.
D. Recompensa (19.20–37).
Qué maravillosa combinación: la Palabra de Dios y la oración. Ezequías oró y Dios le envió la respuesta mediante Isaías: Jehová mismo juzgaría a Asiria y los trataría como habían tratado a las naciones. Dios le dio a Ezequías la promesa de que después de dos años Judá volvería a cosechar (v. 29 ). (Los asirios habían devastado la tierra.)
Nótese que Dios contestó la oración por amor de David y no porque Judá o porque el rey merecieran tal misericordia (v. 34 ). Dios mató a ciento ochenta y cinco mil soldados en una noche y después Senaquerib fue muerto por sus propios hijos. Dios pudo derrotar al enemigo sin la ayuda de Egipto.