
2 CRÓNICAS 15
Los caps. 14–16 tratan del reinado de Asa.
Asa guio a la nación en dos reformas:
1) A quitar los altares a los dioses ajenos y
2) A ordenar al pueblo a que volviera al Señor.
1 Vino el Espíritu de Dios sobre Azarías hijo de Obed,
2 y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.
3 Muchos días ha estado Israel sin verdadero Dios y sin sacerdote que enseñara, y sin ley;
4 pero cuando en su tribulación se convirtieron a Jehová Dios de Israel, y le buscaron, él fue hallado de ellos.
5 En aquellos tiempos no hubo paz, ni para el que entraba ni para el que salía, sino muchas aflicciones sobre todos los habitantes de las tierras.
6 Y una gente destruía a otra, y una ciudad a otra ciudad; porque Dios los turbó con toda clase de calamidades.
7 Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.
8 Cuando oyó Asa las palabras y la profecía del profeta Azarías hijo de Obed, cobró ánimo, y quitó los ídolos abominables de toda la tierra de Judá y de Benjamín, y de las ciudades que él había tomado en la parte montañosa de Efraín; y reparó el altar de Jehová que estaba delante del pórtico de Jehová.
Cuando el pueblo NO ESCUCHA A DIOS ocurre que no hay paz, sino muchas aflicciones. Escuchar a Dios es meditar en SU PALABRA de día y de noche. ORAR apropiándonos su Palabra.
Hay recompensa en trabajar para hacer que otros VUELVAN A OÍR LA VOZ DE DIOS. La voz de Dios no está más que en Su Palabra. Vivimos un tiempo en que hay muchas traducciones de la Biblia y muchos programas “cristianos”; escuchamos una conferencia, y otra. Pero NO LEEMOS LA BIBLIA, NO LA CONOCEMOS. Tenemos una religión, pero no una relación.
El altar de Jehová se refiere a la plataforma desde la que hacemos que se escuche la voz de Dios. Es como la presentación de un platillo; el platillo en sí puede ser suculento, pero si el plato no está presentable, el pueblo lo desechará. Debemos esforzarnos por REPARAR EL ALTAR DE JEHOVÁ; porque es la plataforma desde el cual escucharemos Su voz.
9 Después reunió a todo Judá y Benjamín, y con ellos los forasteros de Efraín, de Manasés y de Simeón; porque muchos de Israel se habían pasado a él, viendo que Jehová su Dios estaba con él.
Aquí vemos el GRAN PODER QUE TIENE EL AVIVAMIENTO. El entusiasmo por servir a Jehová en sus términos TRAE UN RESPALDO DE JEHOVÁ, y la manifestación de ese entusiasmo en nosotros y ese respaldo de Dios trae HAMBRE DE DIOS en otras personas, y querrán venir y reunirse con nosotros.
10 Se reunieron, pues, en Jerusalén, en el mes tercero del año decimoquinto del reinado de Asa.
11 Y en aquel mismo día sacrificaron para Jehová, del botín que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas.
12 Entonces prometieron solemnemente que buscarían a Jehová el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma;
13 y que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer.
14 Y juraron a Jehová con gran voz y júbilo, al son de trompetas y de bocinas.
15 Todos los de Judá se alegraron de este juramento; porque de todo su corazón lo juraban, y de toda su voluntad lo buscaban, y fue hallado de ellos; y Jehová les dio paz por todas partes.
Conviene y debemos restaurar el altar de Dios. Éste está en nuestra devoción personal de cada día, pero también en nuestro lugar de reunión. La presentación del platillo debe corresponder a la calidad del mismo.
16 Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.
17 Con todo esto, los lugares altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asa fue perfecto en todos sus días.
18 Y trajo a la casa de Dios lo que su padre había dedicado, y lo que él había consagrado, plata, oro y utensilios.
19 Y no hubo más guerra hasta los treinta y cinco años del reinado de Asa.