
2 CRÓNICAS 1-2
Los capítulos 1-9 muestran cómo declinó el reino de Israel.
Leer 2 Crónicas 1.11-12
En esta porción no se registran las ejecuciones de Adonías, Joab y Simei, ni la expulsión de Abiatar por Salomón. En su lugar, el cronista va de la muerte de David (1 Cr 29.26–30) al pedido de Salomón de sabiduría (1.1–12).
Originalmente, 1 y 2 Crónicas eran un rollo y no dos libros.
De acuerdo con Deuteronomio 12.13, 14, los holocaustos debían ser ofrecidos «en el lugar que Jehová escogiere». Estos versículos explican por qué era aceptable para Salomón ofrecer mil holocaustos en Gabaón: el tabernáculo (v. 3) y el altar de bronce (v. 6) estaban allí.
La mayoría de la información que consta en estos capítulos se halla también en 1 Reyes 1–11 .
Salomón empezó su reinado en comunión con el Señor, pero poco a poco su corazón se alejó y empezó a adorar los dioses de sus muchas esposas extranjeras.
¿Por qué Salomón tuvo muchas esposas? Porque era una costumbre de oriente sellar los pactos de paz que se hacían entre las naciones entregando su hija en pacto. Por supuesto que esto no es una justificación para Salomón, pero sí es una razón; y por eso afirmamos que su corazón se alejó del gran propósito que Dios tenía para su vida.
Leer Deuteronomio 17.14–20
Dios ordenó a los reyes hebreos que no multiplicaran los caballos y carros, ni esposas, ni oro, pero Salomón hizo todo eso.
Leer: 1 R 10.14 , 26 , 28 ; 11.1–8.
Aun cuando los años del reinado de Salomón fueron sin duda alguna los mejores de Israel en términos de riqueza, fama y poder político, fueron muy malos en términos de devoción espiritual a Dios.
Salomón empezó a reinar en el altar, ofreciendo sacrificios al Señor y pidiéndole sabiduría, pero eso no continuó.
Aún más, el rey vivía en lujo porque recolectaba alimento e impuestos del pueblo. Salomón reorganizó las doce tribus en doce distritos de impuestos y cada uno era responsable de proveerle alimentos un mes.
Leer: 1 R 4.7–25 y 12.1-5
El reino fue en verdad glorioso, pero declinaba en todo sentido.