
1 CRÓNICAS 29
Leer el vers. 1
Después dijo el rey David a toda la asamblea: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno de edad, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios.
Estas palabras están dirigidas a toda la asamblea; los que hoy seríamos TODA LA IGLESIA, todos los creyentes.
David les aclara que SOLAMENTE A SALOMÓN HA ESCOGIDO JEHOVÁ para que dirija la nación. Es bueno aclararlo, porque no faltan los insujetos, los que se dividen y se proclaman líderes a sí mismos.
Pero ES JOVEN Y TIERNO DE EDAD. Se refiere a reconocer su autoridad pero sin olvidar que necesita amor, oración, consejo, amistad, etc.
Y LA OBRA GRANDE. Ser el pastor de la iglesia no es fácil. Cada cabeza es un mundo, cada persona es un rey; y muchas veces el pastor tiene que tratar con nosotros asuntos que a nuestra carne no le gustan; y lo debemos comprender por los que no lo comprenden; lo debemos ayudar por los que no lo ayudan.
PORQUE LA CASA NO ES PARA HOMBRE, SINO PARA JEHOVÁ. Ese es el punto; que muchas veces perdemos de vista para quién son nuestras ofrendas y nuestro trabajo: No son para Salomón, les dijo David, sino para Jehová.
Leer v.2-5…
David no pide algo que él mismo no dio; él dio doble vez, y generosamente, por amor a la casa de Dios.
DAR ES EL MÁS SUBLIME ACTO DE AMOR. Pablo enseña: Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre (2 Co.9:7)
David está enseñando al pueblo que ellos deben tomar parte en el costo de la obra; de modo que les pidió a los líderes de la nación que contribuyeran y así lo hicieron con buena disposición.
David fue el primero en dar el ejemplo y le recordó al pueblo que estaban dándole al Señor.
LA OFRENDA ES UN ACTO DE ADORACIÓN; y el pueblo dio generosamente.
La mención del «oro, plata y piedras preciosas» nos recuerda 1 Corintios 3.10–23 (leer).
Leer 1 Crónicas 29.10-19
David oró y dedicó al Señor la ofrenda, el nuevo rey y el pueblo. Bendijo al Señor y le exaltó por sus maravillosos atributos. Expresó su humildad delante de Dios ( 29.14 ) y reconoció que incluso la riqueza que él y el pueblo trajeron originalmente vino del Señor. «Todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos».
Nada es de nosotros, es la verdad; sobre todo partiendo del hecho de que LA TIERRA ES DEL SEÑOR. Nosotros simplemente somos los obreros, que ponemos a trabajar los talentos para producir un fruto. El fruto que Dios espera de nosotros es que seamos generosos con su obra, tanto con nuestras ofrendas como con nuestro trabajo.
Leer Mateo 6.19-21
Sólo lo que le damos durará, y no podemos guardar nada para nosotros mismos y llevárnoslo cuando partamos.
Así que lo mejor es hacer nuestros tesoros en el cielo.
Al leer cuidadosamente el capítulo 29 notamos cómo dio el pueblo y por qué ofrendó: por amor.
Leer 2 Corintios caps. 8 y 9
Notemos cómo Pablo enseñó muchas de las mismas verdades en cuanto a las ofrendas.
LA CORONACIÓN DE SALOMÓN
Leer 1 Crónicas 29.20-30
En un gran culto de adoración en donde el Señor fue glorificado, David entregó el cetro a su hijo Salomón y el pueblo se regocijó por la bondad del Señor.
David murió, pero el trono de Israel continuó. Dios sepulta a sus obreros, pero continúa su obra.